Lo que mas me gustaria

Hoy me desperte tarde, muy tarde. me desperto Argos, mi perro, un labrador negro muy cariñoso que parece una pantera: me lamio la cara y me dejo la cara toda babeada y oliendo mal; es que Argos habia desayunado anchoas que mi abuelita le habia servido. Mi abuelita es una señora un poco mayor, de pelo corto, delgada y alta, siempre viste ropa muy elegante y se arregla mucho antes de salir. mi abuela tiene una voz lenta, pausada y siempre me lee cuentos e historias antes de dormir. ademas, ella es muy trabajadora: sale todos los dias a trabajar a su empresa a la misma hora: 9 am. Claro, todos los dias menos los domingos.

Los domingos, despues de desayunar nos vamos a la iglesia. En la iglesia queda a una cuadra de mi casa hay un coro que canta canciones muy bonitas a Dios y luego el pastor habla de la importancia de Cristo en nuestras vidas o cosas parecidas, pero de eso yo aun no entiendo mucho. Ademas, mi abuela siempre me lleva al culto de las mañanas, porque ahi siempre ve al pastor Fernando. El pastor Fernando y ella son amigos de muy pequeños, segun me cuenta mi abuela de antes de estar en el colegio. Tras la predica siempre se quedan hablando casi una hora entera y yo los espero leyendo algo, pues luego volvemos a la casa.

Mi abuelita me saca a pasear por la calle siempre que puedo salir. Es que yo siempre me debo quedar en cama o como maximo en algun lugar de mi casa a menos que el doctor diga que puedo salir. Normalmente, el doctor viene a mi casa cada dos o tres dias a revisarme y siempre me dice que si sigo comiendo toda mi comida, mis pastillas y mis jarabes me mejorare pronto. Desde que tengo cuatro años no puedo salir y eso me apena mucho, en verdad, mi vida me aburre mucho: lo que mas me gustaria es salir a jugar con Argos y los niños en el parque que veo desde la habitacion de mi abuela.

Despues de lavarme la cara por el lamido de Argos, la señora Normita, que es una señora muy buena que trabaja en mi casa, me trajo el desayuno y me pregunto porque seguia en pijama: yo no supe que contestar y solo me rei. ella me miro, sonrio, me dijo que deberia bañarme y cambiarme, y salio a calentarme el agua del baño. Sin embargo, yo tenia ganas de mirar por la ventana de la habitacion de mi abuela. Antes de entrar, oi la voz de el doctor, el hablaba con mi abuela, asi que me quede parado ahi delante de la puerta, oyendo lo que hablaban. ¡Que buena noticia acabo de oir!

Creo que dentro de poco va a terminar mi tratamiento. el tratamiento que sigo desde que tengo cuatro años, por el que vivo en Cuzco con mi abuelita, aunque ya me acostumbre. tambien, es la razon por la que la señora Normita no me deja salir ni quedarme mucho rato en la terraza... ¡pero todo eso acabará pronto! entonces, la señora Normita podra ir conmigo y Argos al parque a jugar con los otros niños. aunque me vean por primera vez, se que no tendre problema en hacerme amigo con ellos: ya se el nombre de todos. es que siempre los veo jugar y un dia empeze a aprender sus nombres. de verdad quiero eso. tambien quiero ir a conocer la empresa de mi abuela, quiero tambien volver a casa a ver a mi papi y mi mami y mis hermanos: los extraño mucho.

Mientras pienso en todo esto, oigo a mi abuela llorar, pienso que debe ser de felicidad. el doctor ha dicho 'no hay nada que hacer, ya no le queda mucho tiempo' y la verdad que eso me pone muy alegre. Apenas senti que se paraban e iban a salir de la habitacion, corri a mi cuarto, no se porque, pero corri a mi cuarto, Normita me pregunto que me pasaba. Me puse mi ropa para salir a la calle y me sente en mi cama, llame a Argos y le puse el collar con el que lo saca Normita.

Me quede mucho rato asi, sentado, acariciando a Argos, mientras nadie entraba a verme ni felicitarme, me senti un poco triste. Sin embargo, luego de dos horas, llego mi abuelita, tal vez de hablar con el pastor Fernando. Entro con lagrimas en los ojos, justo cuando la señora Normita estaba intentando ponerme mi ropa de casa.

-Señora, quiere salir a la calle, no se porque dice que ya puede
-Norma, ya puede, solo, dejame sacar a pasear al niño, porfavor...

y cayeron unas lagrimas mas de los ojos de mi abuelita, en verdad me da mucha pena verla llorar asi, sin entender ahora porque.

-Omar, vamos, vamos al parque, quieres ir verdad? veo que siempre, cuando te aburres de leer, lo miras desde mi cuarto, miras todo lo que sucede verdad? vamos hoy omar, ven conmigo...

mi abuelita me extendio su mano y yo la tome. la abraze como nunca habia abrazado a alguna persona, me senti de verdad muy alegre y le di un beso a mi abuelita que volvio a llorar. en verdad recordare siempre el dia de hoy. ¡Que gran noticia! Hoy soy muy Feliz.







... A veces pienso que extraño demasiado a mi abuelita, a Normita y Argos.